El radón: un gas natural radiactivo que puede afectar a nuestra salud

El radón es un gas radiactivo que se produce por la desintegración natural del uranio presente en el suelo y las rocas. En terrenos porosos, puede llegar a penetrar y acumularse en los edificios, especialmente en los sótanos. 

El radón no tiene color, olor ni sabor, por lo que es difícil de detectar. Sin embargo, puede tener efectos nocivos para nuestra salud.

¿Cómo entra el radón en los edificios?

El radón se libera del suelo y se difunde en el aire. Al aire libre, el radón se diluye rápidamente y no suele representar un riesgo. Sin embargo, en los espacios cerrados, el radón puede acumularse hasta alcanzar niveles peligrosos.

El radón puede entrar en los edificios por las grietas y los huecos de los cimientos, por los desagües o por los espacios entre los suelos de madera. También puede provenir de los materiales de construcción o del agua de uso doméstico que contienen radón. La concentración de radón en los edificios depende de varios factores, como el tipo de suelo, la ventilación, la estanqueidad, la temperatura y la presión atmosférica.

 ¿Qué efectos tiene el radón en la salud?

El radón es una de las principales causas de cáncer de pulmón. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el radón residencial provoca entre el 3% y el 14% de todos los casos de cáncer de pulmón a nivel mundial, lo que lo convierte en la segunda causa más importante de cáncer de pulmón tras el cigarrillo en la población en general, y la primera entre quienes no fuman.

 ¿Dónde es más probable estar expuesto a radón en España?

El radón es un problema de salud pública que afecta a muchas zonas geográficas del mundo. En España, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es el organismo encargado de regular y controlar el radón. El CSN ha elaborado un mapa del potencial de radón en el país, que indica las zonas geográficas donde es más probable encontrar edificios con concentraciones elevadas de radón, y ha concluido que el 17% del territorio en España se encuentra en alto riesgo por el gas radón.

El radón afecta especialmente a algunas zonas del noroeste peninsular, donde se han registrado concentraciones muy elevadas de este gas en viviendas y lugares de trabajo.

Otras zonas donde se han encontrado niveles altos de radón, son la zona centro-oeste de España; Extremadura; mitad norte de la frontera con Portugal; ciertas zonas de Cataluña, concretamente en el norte de la provincia de Barcelona y el sur de la de Girona, Pirineos, y parte de la provincia de Granada.

Fuente: Mapa del Potencial de Radón de España CSN, 2017, – https://www.csn.es/mapa-del-potencial-de-radon-en-espana

¿Hay actividades en las que el riesgo de exposición a radón sea mayor, independientemente de su localización?

Por el entorno donde se llevan a cabo, ciertas actividades pueden producir una exposición significativa al radón aunque no nos encontremos en municipios localizados en zonas de actuación prioritaria.  Entre ellas destacan:

1. Los centros de trabajo subterráneos: aparcamientos públicos y privados de uso público, sistemas de metro, minas en explotación, minas-museo y cuevas turísticas, entre otros.
2. Lugares de trabajo con aguas de origen subterráneo: plantas potabilizadoras de aguas subterráneas y establecimientos termales, entre otros.

¿Cómo se puede medir y reducir el radón en los espacios interiores?

La única forma de saber si hay radón en un edificio es midiendo su concentración con un detector específico. Existen diferentes tipos de detectores, desde los más sencillos, que se dejan en una habitación durante unos días o semanas, hasta los más sofisticados, que registran los niveles de radón en tiempo real.

Si se detecta una concentración de radón superior al nivel de referencia establecido por las autoridades, se deben tomar medidas para reducirla. Estas medidas pueden ser de dos tipos: preventivas o correctivas.

Las medidas preventivas se aplican en los edificios de nueva construcción o en los que se van a reformar, y consisten en evitar que el radón entre desde el suelo o desde el agua. Para ello, se pueden utilizar barreras impermeables, sistemas de ventilación o tuberías especiales.

Las medidas correctivas se aplican en los edificios existentes que tienen un problema de radón, y consisten en eliminar o disminuir el radón que ya está dentro. Para ello, se pueden utilizar sistemas de ventilación natural o mecánica, sellado de grietas o filtración de aire.

¿Qué es el Plan Nacional contra el Radón?

En España, el Gobierno aprobó en enero de 2024 el Plan Nacional contra el Radón.

El Plan Nacional contra el Radón se basa en el Real Decreto 1029/2022, que transpone la Directiva Europea 2013/59/Euratom, que establece normas para la protección contra las radiaciones ionizantes, incluyendo el radón. Esta directiva fija el límite de concentración de radón en el aire interior en 300 Bq/m3, tanto para viviendas como para lugares de trabajo, y obliga a los Estados miembros a elaborar planes nacionales para reducir la exposición al radón y a informar a la población sobre los riesgos y las medidas de prevención.

El objetivo principal del Plan es proteger la salud de la población y las personas trabajadoras frente a los riesgos para la salud de la exposición al radón. 

Para conseguir este objetivo, el documento se articula en torno a cinco ejes estratégicos: 

1. Conocer la magnitud del problema e identificar y solventar las carencias o dificultades para la aplicación de controles o soluciones efectivas. 
2. Reducir la concentración de radón en los edificios. 
3. Reducir las exposiciones en el trabajo al radón y garantizar la implantación del nivel de referencia y el cumplimiento del límite de dosis para personas trabajadoras expuestas. 
4. Desarrollar medidas de acción para reducir la exposición al radón en las zonas de actuación prioritaria. 
5. Concienciar al público, profesionales y administraciones. 

Si quiere conocer más sobre este riesgo para la salud de los trabajadores, no dude en ponerse en contacto con nosotros.